viernes, 1 de mayo de 2015

Historia.

La plata se conoce y valora como metal decorativo y para monedas desde tiempos muy remotos gracias a su belleza y facilidad de manipulación. La plata es uno de los siete metales conocidos desde la antigüedad. Se menciona en el libro del Génesis; y los montones de escoria hallados en Asia Menor e Islas del Mar Egeo, indican que el metal comenzó a separarse del plomo al menos cuatro milenios antes de nuestra era.
Posiblemente comenzó a utilizarse en la fabricación de monedas para reducir en peso y tamaño las antiguas piezas de cobre y de bronce. Las minas de plata de Asia Menor se trabajaron probablemente antes de 2500 A.C. 
En la época romana se explotaban yacimientos importantes entre los que figuraban los de la Hispania (España).La plata, como el resto de los metales, sirvió para la elaboración de armas de guerra y luego se empleó en la manufactura de utensilios y ornamentos de donde se extendió al comercio al acuñarse las primeras monedas de plata y llegando a constituir la base del sistema monetario de numerosos países. En 1516 Juan Díaz de Solís descubrió en Sudamérica el mar Dulce que posteriormente Sebastián Caboto denominó Río de la Plata, creyendo que allí abundaba el precioso metal, y de donde tomará el nombre la Argentina.
Años más tarde, el hallazgo de grandes reservas de plata en el Nuevo Mundo en Zacatecas, México y Potosí en Bolivia y su importación a Europa provocó un largo periodo de inflación que lejos de estancarse en España se difundió por Europa.
Orígen del nombre
Precisamente su nombre procede del latín argentum, nombre con que los romanos conocían este elemento, pero su origen es una evolución de la palabra latina *platus (cf. chato). Esta significaba originalmente "plano" y posteriormente "lámina metálica". En la Península Ibérica el término específico referencia al metal. Otros ejemplos de esto son el portugués prata.
Plata: El sistema monetario
base Fue en la ciudad de Lidia, bajo el imperio griego, en donde se fabricó la primera moneda con valor intrínseco. Esto llevó a que en el año 610 A.C. se instaurara el primer sistema monetario, el cual facilitaba el intercambio de mercancías y estaba basado en el peso de monedas hechas de aleaciones de oro y plata. Durante el imperio romano, en el año de 269 A.C. se creó un sistema de monedas basado en peso absoluto de la plata, lo cual permitiría el intercambio de mercancías con Asia de donde se adquirían lujosas telas de seda y especias. De ahí se tomó el término argentum, en latín, para la moneda, el cual en algunas lenguas como el francés se preserva un derivado del término en latín, “argent”, y en la misma lengua española la palabra plata conlleva el significado de dinero o riqueza. Sin embargo, después de la caída del Imperio Romano entre los años de 300 – 500 D.C., la moneda de plata y este sistema monetario sufrieron una debacle y se abandonaron como moneda de curso corriente. La plata volvió a adquirir fuerza como sistema y base monetaria con el surgimiento del Imperio Español, el cual comenzó con el reinado del rey Ferdinando II de Aragón y la reina Isabel la Católica de Castilla en 1469. La conquista de América (el nuevo mundo) en 1521 y el descubrimiento de grandes minas con metales preciosos, plata y oro, en México, Bolivia, Perú y Colombia, condujo a que se fundara en 1536 la primera Casa de Moneda del nuevo mundo, en la Ciudad de México, donde se hacían los reales españoles, y en donde hasta la fecha se fabrican monedas a muchos países del mundo. El valor del Real Español estaba basado en el valor intrínseco de su peso en plata por lo que era una moneda estable y se usó como la moneda mundial para la compra y venta de mercancías por más de 300 años. Aún después, con la caída del Imperio Español entre 1821 y 1822, al perder la mayoría de la colonias en América, una nueva moneda de plata  se continuó fabricando en la Casa de Moneda de la Ciudad de México, aunque con diferente emblema y nombre.
México, cuenta con vastas minas de plata, como La Valenciana,  por lo que ha ocupado desde la colonia el primer lugar mundial de producción y exportación de éste metal. La abundancia de plata en sus minas hizo que México manufacturara su moneda de éste material hasta el año de 1918. La moneda Mexicana fue considerada como la moneda más estable de circulación internacional en la que se basaban la gran mayoría de transacciones oficiales. Sin embargo la plata sufrió una devaluación de un 49% en el año de 1905, seguido por subsecuentes devaluaciones durante la primera guerra mundial hasta 1918. Fue entonces que la moneda de plata pasó a utilizarse solo internamente con un valor de mercado y no un valor intrínseco. Finalmente, en el año de 1977, México fabricó las últimas monedas de curso corriente hechas de plata pura, ya que a partir de los años 30 se vio un repunte en el valor de la plata en el mundo y el valor intrínseco de la moneda se volvió mayor al de su precio de mercado. Por este motivo, los propietarios de las monedas empezaron a fundirlas para venderlas en lingotes, lo cual significó una perdida enorme para la economía del Gobierno Mexicano. México se vio obligado a recolectar las monedas de plata y a fabricar sus monedas a base de aleaciones más baratas. Cabe mencionar que como vestigio de la historia y dato curioso, en el idioma mandarín (en China), la moneda local se distingue del dólar americano al agregarle la terminación –mex ya que por mucho años la moneda plateada mexicana abundaba en el Antiguo Oriente. En la actualidad la plata y otros metales preciosos se cotizan en la bolsa de valores como materia prima y se categorizan como un productos “commodity”.
En los últimos años uno de los países con mayor producción es el Perú del cual exportan casi el 60% de todos los productos hechos de esta misma.


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